El magnético efecto que me puso en frente tuyo, dejándome entrever tus particularidades, destacándolas entre las demás, ese mismo que me llevó a ese preciso minuto, es mi designio.
Quiero hacer feliz a gente como vos. No a cualquiera.
Este caleidoscopio en el que caí para tratar de entender la invisible compatibilidad que nunca sabremos como nos reunió, me permitió saber que no quiero que persistas en mi situación.
No está bien que alguien como vos, se hunda como yo.
Tus movimientos brillantes me obnubilaron cuando creí que ya no quedaban rastros de existencia de lo que deseaba ver. Y no te dabas cuenta de lo mucho que brillabas, todo lo que irradiabas. Ni siquiera con la cantidad de veces que te lo susurré al oído. ¡Que increíble que con unos segundos puedas iluminarme y maltratarme a tu antojo el resto del día!
No lograba comprender si me esquivabas, pero aceptaste las jugadas que fui tejiendo con inseguridad, estaba probándote. Y no me equivoqué. Cuando me di cuenta, estaba limitándome, para no arruinar lo construido. Era tarde, porque constantemente estaba deseando saborear un poco mas. No comprendo si superar limites -para mi- es un beneficio o una desventaja, porque nunca quiero volver atrás. Y tal vez no estoy disfrutando lo suficiente del proceso. Mentira. Por primera vez estoy guardando todo esto para mi y puedo apreciar que tan mio es.
Y si, tal vez te intoxiqué, pero estabas a un paso de mi objetivo. Tu voz corría fluidamente por mi cabeza, tu risa hacía eco en mi pecho mientras me aseguraba en dejarte una marca, que puedas recordar(me) al menos algunos días al año. Me aseguré de exponerte ante mis excentricidades, mi día a día, presentarte ante mis peluches y mis lápices, la cerradura que cada mañana me cuesta mas abrir y mi manía de verle lo complicado a lo mas simple. Así, me verías reflejada en los objetos mas comunes, tuyos, de nadie y de extraños, para que todo puedas verlo de forma distinta: mi forma. Y me recuerdes. Solo así seguiría viva.
Que cruces la calle sin ver esos autos que te tocaron bocina, y cada vez que te distraigas en el ruido de la lluvia, observando el recorrido de una gota desde el cielo, contorneando una hoja para que caiga en tus zapatos, y que finalmente se desarme en el suelo, para formar parte de un montón del charquito que pisoteaste sin querer, y ahí te preguntes "que hubiera sido si..."
Para que esas preguntas desemboquen en imaginarias situaciones que no llegaron a desarrollarse, y no permitimos que suceda siquiera en mundos paralelos. Pero te hubiese gustado que esté ahí con vos.
Cerca y lejos.
Que no puedas definir si fui real, o solo un invento perfumado que apareció para aliviarte.
Pero mientras elijo tu bien, yo me desequilibro. Y me caigo. Me lastimo. Es de ese dolor que nos infligimos porque nos gusta.
Me hace sentir mas viva.
O acaso existe algún acto que te haga sentir mas vivo que llorar y reír con segundos de diferencia, un carnaval de emociones, fuente de la misma causa? Pongo todas mis energías en aprender de tu galaxia, lo disfruto, me quemo las pestañas planeando, buscando en cada rincón de todo lo que el tiempo me dejo acá, guardado en caso de emergencia, que pueda encontrarme con vos, y regalártelo. No quiero ser indiferente a tu existencia.
No somos mas que momentos efímeros, circulando sin saber cuando parar, apareces y me complaces con dos palabras, así como cuando menos me lo espero, me lees como a tu cuento favorito de la infancia y jugas misteriosamente con mis debilidades, de las cuales cada vez quiero contarte más.
Me reafirmas las metas, las redibujas a tu manera y solo observo con admiración que fácil lo haces parecer. Justo cuando creí que volver a sonreír seria costosisimo.
Solo pensaba en inspirarte una mínima porción de lo que me inspirabas a mi. Que simplemente con que esboces una media sonrisa cuando el viento te hacía llegar algo de mi, o que te sorprendas a vos mismo, en ese instante en que tengas deseos de abrazarme y no soltarme, porque descubriste algo nuevo y quieras mostrármelo.
Pero al mismo tiempo no quiero desilusionar con siluetas, poses, libretos. Quiero que cuelgues como una pinturita la imagen ideal que tenes, y no arruinarla. Ahí están mis medallas. Pero prefiero quedarme con mi desempeño que armaste en tu cabeza. Ser lo que quieras que sea. Y Acá estoy, si es que alguna vez me necesitás, lista para salir de tu memoria, y cumplir cada vez que salga.
* Hoy creí verte de regreso a casa, me observabas sonriente. Pero como creer en ese espejismo? si cada vez que cierro los ojos puedo verte, con tus colores, tu pelo, tu ropa y tu boca.
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