Se fue el verano, y se me fue tu calor.
Se fue tu risa acompañada de tu mirada que me abrigaba.
Vi que te alejabas, no hice nada para cambiarlo, y cada vez me cubrió más el frío.
Ya no tengo tu tibio abrazo al amanecer , adornado de tu voz.
Pero anoche lo sentí mucho mas...
Sólo pronunciaste un silencio para alejarte de mi distancia: esa que me cuesta regalarte, pero muchas veces necesitas, para apreciar cuan cerca estaba (mos).
Y así nos transmitíamos frío y calor
tu sweater me abrazó cuando durmió con mi alma, mientras mis silencios reinaban cuando recorríamos mi ciudad al mismo tiempo que quise aferrarme abrazando tu corazón en mi sillón, recordando que aquella noche en tu habitación, no me mirabas.
Hoy te extraño y aunque tu frío se sume al mio, se que en dos días, mucho más, pero a veces hay que alejarse, para volver y querer a ese calor de un fuego renovado, hasta que se apague.
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